jueves, 4 de abril de 2013

El Guernica de los Saltimbanquis


Nos ha sorprendido el visionado de un cortometraje titulado Guernica, que entre 1949 y 1959 realizó Alain Resnais y Robert Hessens –blanco y negro, 15’-, y que desde aquí os recomendamos.

Su producción se realizó a la par de otro proyecto, éste inacabado, que el MOMA encargó con el mismo nombre y tema a Flaherty, -el documentalista por excelencia-.
El objeto de interés de esta propuesta es la de situar el Guernica de Picasso en un contexto donde no sólo se representa a sí mismo, y por extensión a la Guerra Civil española y lo que fue el Bombardeo de GuerniKa, sino también en un contexto social y político internacional. Y todo ello como un grito-denuncia.
Subrayando la elaborada utilización de los recursos fílmicos, vemos como la obra –que no aparece íntegra- se muestra fragmentada y combinada con otras obras de Picasso, tanto pinturas, dibujos y collages, como esculturas y cerámicas, todas ellas realizadas entre principios de siglo y 1949.
Precedida de un breve prólogo, donde relata los hechos del bombardeo, con la imagen de la ciudad en ruinas, se suceden en tres tiempos la presentación de las víctimas, los verdugos y la masacre, para acabar con una coda final a modo de aliento de esperanza.
Es el momento de presentación de las víctimas el que realmente nos ha seducido, pues, tras la imagen arrasada de la ciudad aparece desde atrás una de las obras de Picasso La familia de saltimbanquis de 1905, que fundiéndose con las ruinas del bombardeo, acaban convertidos en protagonistas de la escena tras la desaparición del lugar, quedando solos en la imagen. Ello da paso a un suceder de imágenes de obras de Picasso de su etapa Azul y Rosa, donde los saltimbanquis, los arlequines y todos esos personajes…actores gentiles, tan tristes y dulces, se convierten en eso: los protagonistas de tan cruel destino.


Nos llama poderosamente la atención como el film recurre a estos personajes para encarnar la gente corriente de Gernika. Como bien escribe Paul Eluard para el guión del documental:

caras amigas en el fuego, caras amigas en el frio, oprimidas, humilladas, golpeadas, ocultas en la oscuridad. Caras amigas frente a la nada. Pobres caras sacrificadas, su muerte será una advertencia para todos. La muerte. Un corazón derrotado.
 Les hicieron pagar el pan con la vida. Les hicieron pagar el cielo, la tierra, el agua y el sueño con la vida. Les hicieron pagar por la miseria.
 Gentiles actores, tan tristes pero tan dulces. Actores de un drama perpetuo, Vosotros no habíais pensado en la muerte. El miedo y el valor para vivir y morir. La muerte tan difícil y tan fácil. Las mujeres y los niños tienen el mismo tesoro en los ojos, los hombres lo defienden como pueden.

Esta parte acaba con la imagen de la obra Muerte de un arlequín, seguida de una de sus imágenes de mujer con el brazo alto y la mano extendida; precisamente es esta, a modo de gesto de despedida, la que pone fin a esta presentación de las víctimas. Una despedida de ese mundo ante la barbarie, que como a Picasso, sus personajes tendrán que acostumbrarse en reiteradas ocasiones: en el 14, ante la primera Gran Guerra, luego, a la española, en el 36, y poco después en el 39.


Aquí las víctimas son las que nuestra compañera, Edith Carrillo, os venía presentando como La familia entre el azul y rosa, La familia del arlequín, sus Animales-payaso, El joven arlequín asexuado, El loco-saltimbanqui, todos ejemplos de Melancolía o Júbilo.




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